martes, diciembre 11, 2007

Las letras me arden en los dedos.

Ojalá pudiera detener esta sensación.

Pero no,
y en cambio,
heme aquí,
redactándole cartas a la nada.

Sin rumbo fijo.

Sin mucho que decir.

Temiendo.

Siempre temiendo.

1 Comments:

At 8/15/2008 1:04 a.m., Blogger La Nínfula said...

No queda más que enfrentar el miedo. Miedo a la hoja en blanco, al no saber qué y cómo plasmar... a que las letras quemen.
Es normal en un escritor...
Es normal en un loco...
Quizá todos los que lo intentan pierden un poco de sí al plasmar un poco.
Esa "nada" puede ser dios, a un amor perdido, o quizá algo que partió o por qué no? algo que asesinamos dentro de nosotros.
Chale... ni modo don Arturo, mis cometarios son raros y a veces sin sentido, encontrando significados que no están, que no existen...
Saludos

 

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